lunes, 14 de febrero de 2011

Antirrima

ante el insolente calendario no me consuela el espejo
no me lastima la imágen pero me traiciona el recuerdo
que una rotación más alrededor del sol no es bienvenida
que soñar con flores en este día está prohibido
que a nadie le importa cuantos son
porque nadie más ha llegado todavía
porque tú sigues ahí como el cielo
perenne que no se tapa con un dedo
del que solo se le puede esconder por un rato
del que siempre sabemos que está ahí pero no siempre lo vemos
como el sol que no se esconde tras ninguna tormenta
como la calma insólita que me deseas
como el deseo inmaculado de la pasión oculta en el mismo deseo
como los deseos de los anillos en las velas
en los pasteles decadentes de cada ocasión
en que soplamos patéticos tiempos que odiamos
porque no cambiarán para mejor

y he querido reemplazarte como a mis ropas
una, dos y hasta tres veces sin aprobación
del reflejo y el sentir que no se acoplan
como aquel veinte de febrero menos seis en retrospección

no quisiera que llegaran ninguno de los dos
el uno por irreversible y el otro por instigador
el uno por estar solo y el otro por la misma razón
y aunque siempre hay quien lo recuerde
no es quien quisiera
no es lo que espero
ni lo que importa
lo agradezco pero no soporto la idea de no recibir nada de quien quiero recibir
y me canso de esperar que algo ocurra
me canso de tratar de encontrar
y pienso en que no quiero buscar
y decido que no voy a buscar
porque creo en encontrar antes que en buscar
porque nunca me resultó el buscar
porque buscando encontré lo que no quería encontrar
pero a ti te encontré, nunca te busqué
eso me consuela al contrario que el espejo
que describe con líneas borrosas que nuestro tiempo es regresivo
y que ese mismo tiempo es irrecuperable
pero también que la abstracción del tiempo es relativa
que en otro símil nos amamos hasta la eternidad
como la misma eternidad se incluye dentro de sí
como un nuevo aniversario no es más que la fotografía del futuro
de este tiempo o de otro por venir
por los ciclos de los ciclos
[ajem]...

antirrima es el dolor sustituído por el vacío sin la oración
antirrima es el sabor de la derrota ante un retrato abstracto dedicado a otro con amor
antirrima es no merecer un lugar especial en tu manifiesto virtual ni en tu corazón