domingo, 25 de marzo de 2012

Prólogo para un Angel

Me haces temblar... a veces... otras... no puedo parar de sonreir.

Me quitas veinte años de encima y a la vez superas mi propia madurez... qué tienes que me provoca abrazarte sin soltarte? Besarte hasta dejar de imaginarmelo envuelto en tu olor que me fascina. Tocar tu continente con las fuerzas de mis velas extasía los sentidos en mis sueños, húmedos como el mar. Solo los ángeles pueden eternizar los momentos mas sublimes y hacerlos etereos, mundanizar lo terrenal es cosa de absurdos cazadores de mantras doblegados... antiguos como el universo. Eres mi estrella de mar.

Llenas mi desdén con sutil imaginación... con paz... corazón.

En las nubes de su escencia

Me ronda. Está que me atrapa y me dejo por no dejar, lo siento, lo pienso, lo evito y lo vuelvo a encontrar. Sabe que no quisiera pero nadie le detiene aunque todos lo superan cuando no dura y se va, por los estancos con los gorriones, con la marea sin las gaviotas que se quedan a acompañarnos caminando por la orilla del mar.
Por qué razon llega el amor? Porque vale la pena? No siempre. Como saber si nunca se lo llevara el viento o jamas traicionará a los mares? Como sacarse la duda de lo que parece que te envuelve y te arrolla a la vez?
Pues bien, te desafio. Es mucho mejor atreverse y fallar que nunca haberse atrevido, aunque duela si es que falla, aunque haya duda si al fin sucede, aunque ponga en juego mi propio bienestar, aunque sume una derrota mas.
Que me ronde! Que se acerque y que me envuelva, que me atrape y me inspire y me recuerde su lengua y me sonría con ternura y que me eleve al infierno y me que entierre en el cielo en las nubes de su escencia.